Así me veía de pequeña, como en éste retrato que no es mío ni soy yo, pero muestra esa esencia mía de esos días .
Sola...
Con chaqueta grande de cuero prestada por mi hermano preferido.
Bolsillos gigantes llenos de piedritas, tornillos y tuercas que encontraba en el camino.
Planeaba fabricar un carrito con ruedas y llevar adentro mi pelota, mi oso de peluche, mi perro alemán Igor y yo.
Pecosa, rubia de ojos verdes que siempre observaba.
Intentando leer todo y después siempre leyendo.
Papeles, hojas con letras para aprender a leer y caramelos de tarzán en todos mis bolsillos.
Sola en mi huerto.
Feliz y siempre sola en medio de ocho hermanos.
El sol también era mío.
Mis soldados y mis indios de colores eran mis amigos y cabían en mis bolsillos.
Desde esa edad, me aseguré de tener bien guardado a Dios en mi bolsillo remendado con plegarias llenas de inocencia amor por la justicia.