La estupidez humana es infinita, como la maldad y el desamor.
Crianzas abusivas son calderas de dolor.  
Un derecho tácito que rompe la inocencia de los niños y se convirtió en una religión en este tiempo de la historia.
 
Golpes en el alma que dañan de por vida a los infantes, a los niños del mañana.
El niño traicionado siempre vuelve.
Confronta y llega el día en que las máscaras se caigan.
 
Los han engañado para que crean que sus madres no les aman y se las han arrebatado en la etapa más sagrada de su infancia.
Los han apartado del lugar de su inocencia, de ese nido donde realmente se está seguros y pertenece la existencia.
Lo más sagrado para el ser humano se lo han quitado. 
Rotos, vulnerados,  con sus vidas fracturadas desde ese instante que le cambiaron su historia y se los llevaron cautivos tan solo por ser niños.
 
El engaño es engaño...Y las lágrimas del alma nunca se detienen.
 
Las amenazas, los insultos, los abusos vienen de adultos perversos, criminales y cobardes.
Hombres y mujeres que se esconden en las sombras como fieras.
Ellos no enfrentan al oso ni al león, solo matan a la osa y destruyen la camada.
 
Espero llegue el día que el sufrimiento, la angustia y los traumas a esas madres y a sus niños, no vuelva a ser aplaudido por las cortes de familia y que paren esas sentencias soberbias e inhumanas que los apartan para siempre.
 
La justicia es responsabilidad de todos para que el bien se multiplique y para que los niños crezcan libres y sonriéndole a un futuro.
La justicia es urgente para que les devuelvan a las madres el derecho de ser madres y les devuelvan a sus hijos.
 
¡Honrar la vida beneficia a todos!
¡Honrar la vida dignifica al niño!
 
Sueño en el mañana. En ese mañana que le pertenece a Dios y el hoy que está en sus manos.
El hoy formado de segundos que preceden al bien sobre la tierra.
 
Que los niños tengan otra vez a sus madres que los trajeron a este mundo con amor y no esas mujeres llenas de odio que hombres irresponsablemente imponen a sus hijos despojándolos del bien y la bondad materna... 
y esas mujeres que respaldan el secuestro y el dolor de unos hijos que no les pertenecen son solo mujeres perversas. Pagarán cada acto de dolor causado a esas madres y a esos hijos, no lo olviden.
 
Es un derecho el tener la verdadera madre y ellas a tener sus hijos. Este derecho es urgente.
Ellas están muriendo sin sus niños cada tarde.
 
¿Dónde está la integridad de los hombres,  de los jueces de familia y del sistema que elabora cada norma… ?
S.O.S...
 
¡Es más que un grito en la nada!